lunes, 18 de mayo de 2009

La luna se oculta

    Es muy tarde. Hora de acostarse... Cojo la chaqueta y salgo a la calle. La ciudad hace horas que duerme y sólo el bullicio de algún borracho lejano rompe la tranquilidad de la noche. Camino rápido en el frescor de la noche. No por miedo o por prisa, me siento a gusto y la noche es larga. Simplemente mis pies se han puesto al ritmo de mi corazón. Otra vez aquí ésta sonrisa. No quiere irse.

    Alzo la vista y tampoco la veo hoy. ¿Acaso está celosa? Quizá sí, debe ser difícil tras siglos de poemas, canciones y metáforas pasar a un segundo plano... Ya se le pasará.

    En cuanto gire aquella esquina habré llegado. Mis piernas tiemblan y mi corazón se acelera. Allí está, asomada a la ventana, más radiante que Julieta. No hace falta que se escuse por no poder bajar, o porque yo no pueda subir. No hay nada que disculpar. Sólo ha sido el capricho de un loco a unas horas inadmisibles. Volverla a ver ha sido suficiente para mí. Y sentir su ilusión me ha desbordado.

    -Buenas noches mi amor. Dulces sueños.

    El camino de vuelta resulta instantáneo y ya estoy en la cama, imaginando que está entre mis brazos...

1 comentario:

  1. No puedo dejar de leer esta pequeña ventanita a tu mundo, a tus pensamientos y a tus locuras... Es revivir y volver a contemplar cada ratito en que mi corazón se ha sentido correspondido.
    Hoy. Esta noche... eres tú el que aguardas tras tus sábanas, el que sueñas entre los muros de tu habitación. Tal vez a estas horas solo estés acostado, quizá solo intentas concevir el sueño. Mañana será un día de duro estudio. No importa. Me tendrás un ratito haciendote sentir como tú lo hiciste esa noche, esa y muchas otras.
    Siento que no pueda ser por ti. Algo en mi lo reclama. Necesito estar al lado de ese gran niño que consigue que cada momento, en su compañía o en su "ausencia", mi corazón lata con esa fuerza y esa ilusión. Como cuando era niña. Sí, más aun.
    Este ratito que mencionas. Ese día. Sí, fue corto y dificil de creer, pero me hizo sentir esperanza, alegría y un vaivén en mi pecho inundaba todo mi cuerpo. Fuertes escalofríos afloraban todos los rincones de mi cuerpo. ¿Miedo? Quizá. Mis padres aun estaban conscientes. Unas ganas inmensas de correr y de salir por la puerta a recibirte, era en lo único en lo que podia pensar. Ir junto a ti y no soltarte. ¿Sólo sentí eso? - No.- También creí que el tiempo y el espacio se paraban y me dedicaban un cachito de mundo en el que poder disfrutar, en el que poder vivir mi cuento, mi historia y entre el calor de tu cuerpo con tus brazos amarrandome de ese gran abismo, el regresar. Fue maravilloso aunque no pudiese ser como deseaba. Grata fue la sorpresa y por más que intento darte a entener aquello que llegué a sentir, todos esos sentimientos que llegué a eperimentar, no sé, no puedo. No llego a describir todo aquello, siento no tener palabra. En cambio, tú tienes un gran don, sabes plasmar tus ideas y tus sentimientos y da gusto perderse en ese mar de palabras entrecruzadas. Aunque quizá tus quejas hagan referencia a no poder terminar de describir con exactitud y hasta el más minimo detalle lo que sentiste. Es complicado ^^
    Ahora me toca a mi concluir deseandote dulces sueños y que en ellos que recorras nuevos mundos y que la fantasía este presente y sea partícipe en todo momento, en toda tu trayectoria. Descansa mi vida, estaré aguardando con ansias el momento de tenerte un ratito más junto a mi, sintiendo de nuevo nada más que nuestro latir. Con esa musicalidad asociada a nuestras vidas.
    De nuevo, te veré, te sentiré y te soñaré. Me dejaré llevar por la magia de los sueños una noche más. Buenas noches David.
    Recuerda mi vida: Te amo con locura.

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