domingo, 2 de junio de 2013

detalles

"Andando, paso tras paso, toda una vida andando. Un pie detrás de otro y el tiempo y los pensamientos fluyen con la naturalidad de un río. Una vida de vagar sin rumbo, solo entre la multitud, buscando rincones en los que cultivar el silencio, disfrutar de mi soledad.
Pero todo cambia.
 Un paso más y noto un cambio de presión en la mano... eres tú, y con solo ese apretón me lo has dicho todo. Me giro y veo como el viento te alborota el pelo y siento el impulso de besar tu mejilla, tu cuello, pero no, aún no, me gusta este silencio compartido, dejaré que dure un poco más. Y tras el beso una tímida sonrisa, mi corazón se derrite y no puedo evitar admitir que ya es tuyo por completo. No tengo miedo de decirlo, ni temo lo que puedas hacer con él... pues sé que hay mucho que ganar.
Y no puedo evitar divagar, pensar en estrellas de pálida piel o en mujeres mariposa y que tal vez, como pasa con las mariposas, seas fácil de asustar. Por eso me gusta verte en acción, me retiro a un segundo plano, y disfruto viendo cómo buscas un libro entre estanterías o decides cómo será la siguiente tarta. Y cuando menos me lo espero, te pones de puntillas y me das un beso en la mejilla. Y cada día me siento más recompensado, pues creo que sientes que puedes ser tú misma a mi lado ¡y me encanta!"




viernes, 26 de abril de 2013

Dulces sueños

Acepta esta ofrenda y concédeme tu favor. Este atrapasueños ha capturado la esencia de mis sueños durante más de cinco años, hoy, lanzándolo al fuego, te lo ofrezco. Este cuaderno que contiene el germen de mi ideas, mis únicos bienes de valor, acéptalas de buen grado. Y este tarrito, que contiene un suspiro de amor que el día de San Jorge dejé escapar, consérvalo como el tesoro que es.
Oh, Oniro, señor de sueños, padre de musas, maestro, hechicero, hombre y por tanto amante; concede a esta humilde alma enamorada el favor que te pide. Permíteme vagar consciente por tu reino para que, si en algún fugaz momento ella lo visita, pueda coger su mano y guiarla hasta el jardín del descanso, donde entre el rumor del riachuelo y el trinar de las aves pueda descansar mientras con historias, qué mejor lugar para contarlas que tu reino, alivio el peso de su corazón. Déjame ser, también en estas tierras, su caballero una  noche más. Permite que bellas visiones alegren su alma y que, mañana, cuando despierte, no pueda evitar que una sonrisa ilumine su cara, hazle ese favor al mundo, gran maestro, pues todos aquellos que se crucen con tamaña belleza no podrán evitar que su corazón se inflame en dicha.
A cambio, a parte de los tesoros que ya te he entregado, prometo dedicar mi vida, a parte del cuidado de mi princesa dentro y fuera de tus dominios, a divulgar tu grandeza y agrandar los horizontes de tu reino creando nuevas historias y fantasías con las que el hombre pueda soñar.

lunes, 22 de abril de 2013

Caballero andante, pero andante, andante

Dos horas antes del amanecer ya estaba frotando su deslustrada armadura e intentando afilar la antigua y embotada espada que heredó hace tantos años. Las velas se van consumiendo según se eleva el sol y su corazón rebosa dudas. Lo que al principio era impaciencia y decisión se torna, ahora miedo, otrora pesimismo. En la pared de enfrente, colgando de un clavo demasiado grande, un cuadro llama su atención. Un puente sobre un gran río, bajo una noche sin estrellas.
 Una alegre risa, fruto de un recuerdo cercano arropa su corazón y resuelto como nunca lo ha estado aparta la silla de un empujón, enfunda la espada y se pone el oxidado peto. No tiene un caballo sobre el que montar, pero hace un día maravilloso para caminar y tarareando una antigua canción, sobre hadas y sus engaños,  emprende camino hacia el norte.
 Una buena historia merece un buen principio; y se encargará de que este merezca la pena.

sábado, 20 de abril de 2013

valor

Que los dioses se apiaden de aquel que disfraza sus temores de rancia moral.
Que los astros se apiaden del hombre que siendo invitado por el viento reniega de volar.
Que los hijos de la tormenta, el terremoto y el volcán se apiaden del que no se lanza a bailar entre gigantes por que le puedan pisar.
Que se apiaden ellos, pues él jamás se perdonará.

sábado, 6 de abril de 2013

Jugando con las hadas

-Todo comenzó con la desaparición de una pequeña de apenas seis meses. La madre se había levantado inquieta en medio de la noche para encontrar,bajo las sábanas de la cuna, un muñeco toscamente tallando en madera y pintado en estrambóticos colores.
   Ante la ineficacia de la policía,  y por recomendación de un amigo, acudieron a mi; no soy barato, pero ofrezco buenos resultados mediante métodos que mis clientes no pueden llegar a imaginar...
   Tres desapariciones más en la zona en apenas una semana y una inexplicable oleada de amnesia entre los mendigos del parque me han conducido hasta aquí.
   Unto la miel en la piedra de visión, un canto rodado al que practiqué un agujero con la ayuda de un taladro, y miro a través.
  Bajo el estrellado cielo sin luna se alza, ante mi, la que antaño fue sede de reyes y señores, ahora ultrajada. Las banderas ondean al frío viento de la noche y extraños seres corretean y danzan entre las almenas. Pequeños seres luminosos, ágiles escupe-fuegos y pálidas mujeres cantan a la luna nueva, madre de su artera magia. Como sospechaba, el que antaño fuese símbolo de orgullo y poder ha sido profanado y ridiculizado por un atajo con maneras... La corte de las hadas se ha establecido en la Aljafería...
   ¡Mierda! Parece que me han visto. 
   Ante mi se materializa una mujer de belleza etérea.  Piel de nácar y cabello blanco como la nieve. Una miríada de mariposas, posadas en su cuerpo, confeccionan su vestido del color de la noche. No puede ser otra que Titania, la reina. Se acerca a mi y me roza la mejilla...
  ¡Me caigo!
   ¿Dónde estoy? ¿Qué  ocurre?

- Cálmese, señor Gutierrez. Está usted en el sanatorio Nuestra Señora del Carmen. Acaba de despertar del coma tras dos meses sin recordar siquiera quién era y ha accedido a una sesión de regresión hipnótica para ver si conseguía recordar algo.
-¡Claro que recuerdo! Tenemos que hacer algo, ya es tarde para esos niños, pero podemos evitar que haya más.
-Tranquilícese, por favor, obviamente acaba de recordar un episodio onírico que habrá vivido durante el coma...
-No, tenemos que ir a por ellos, ¡ya!
-Tranquilícese, por favor...
-¿Qué es esa jeringuilla? ¡Au!
-Celador, por favor, cuando esté más tranquilo llévelo a internamiento, parece que tendremos que practicarle pruebas un poco más intrusivas...

jueves, 4 de abril de 2013

Panorámica

¿Qué tienen todos los ríos que hacen que nuestro espíritu siempre quiera cruzar al otro lado? ¿Quizá buscamos la purificación, la transmutación o meramente seguir a delante?
Está a mi izquierda, apoyando la barbilla sobre sus brazos cruzados. El viento agita su preciosa melena y me distrae el contraste de sus labios con su nívea piel, como un rubí expuesto sobre un lino blanco para realzar su pureza. Hago un comentario banal, para intentar romper el hechizo y hace un amago de sonrisa, pero su vista sigue fija en el horizonte. Daría un trozito de mi alma por saber qué piensa, igual está dando forma a las nubes, intentando describir el bramido de las aguas a nuestros pies o bailando con gigantes en las escarpadas cumbres del Pirineo...
Ojalá pudiese verse con estos ojos  de loco y guardar dicha impresión en su memoria,  pues yo al menos no podré olvidarla jamás.

sábado, 16 de marzo de 2013

5ºC Junto a la fuente del dragón

Dejo el castillo a mi espalda y tomo el camino que, remolón, caracolea en torno a la arbolada colina.
En la noche sin luna, arrullado por Zierzo, me deleito con la sensación de sentir, a través de la fina suela de mis botas, la forma de cada uno de los irregulares adoquines. Al alcanzar la cima el resultado no es el que esperaba, apenas dos bancos destrozados y vistas a un aparcamiento poblado de furgonetas blancas y fango oscuro, pero no desespero, la noche acaba de empezar.
Desciendo la ladera, ahora en línea recta, poco a poco al principio, a la carrera ya a mitad de pendiente. Siento el calor en mis ateridos músculos y esquivo con destreza las ramas que amenazan mi rostro. Río y los últimos metros transcurren entre zancadas y saltos.
Cuando mi respiración se pausa, y sin apenas darme cuenta, mi pensamiento vuela hacia ti, seas quien seas. Me da por pensar que quizá no existas y mi corazón esté condenado a vagar en soledad por esta ciudad por siempre, o quizá ya te he visto. Puede que cruzásemos una mirada frente al Paraninfo, te sentases a mi lado en el autobús de camino al campus o que incluso hayamos mantenido alguna conversación insustancial.
Igual me observas en la distancia y yo lo desconozco.... ¡Ja! Esa si que no cuela.
Una vez más mi razón se esfuerza por hacer comprender al obstinado encarnado que el amor es una ilusión, literatura barata, otra idea más del marketing actual. Y aun así te busco. Busco tu silueta entre los árboles, tu sonrisa entre la multitud y tus ojos en los reflejos de cada charco, fuente y escaparate...Inútil, como buscar una estrella en este cielo sin luna, asediado por la contaminación lumínica de cientos de farolas.
Mis pies me han llevado hasta el puente de piedra. Así que es el Pilar el que queda ahora a mi espalda mientras cruzo sobre las rápidas aguas del Ebro, negras como esta oscura noche, la única en la que soy capaz de dejar mi pluma fluir, temeroso de que la tinta se congele y no pueda terminar.
Ya solo resta sentarme, en el banco, frente a mi viejo amigo para, con mi compañía, intentar paliar su eterna tristeza. Las lágrimas ruedan por sus escamadas mejillas mientras mira, anhelante, el horizonte. ël llora una antigua pérdida, yo, hoy, me propongo celebrar el comienzo de una nueva búsqueda.
Meteré mis dedos, una vez más, en las frías aguas del estanque formado por sus lágrimas y, volteando mi paraguas a ritmo de rock & roll, mis pasos resonarán en la noche de Zaragoza mientras intento recordar donde escondí mi corazón y mientras, uno a  uno, visito todos mis rincones hasta que me sienta completo una vez más.

lunes, 25 de febrero de 2013

Hora de dar pasos cortos

"Tenía un sueño y se dejó guiar por él. Cansado del mundo en el que vivía decidió aportar su granito de arena cambiando poco a poco su rutina. Comenzó cediendo el sitio en el autobús e invitando a un bocadillo al hombre que pedía en la puerta del supermercado y al poco ya estaba al cargo de la sección provincial de una conocida ONG. Un día se le acercó un desconocido y le preguntó por qué no miraba más allá, por qué no intentaba aplicar su cambio a la sociedad, el país tenía mucho que ganar en tiempos tan difíciles y él poseía los medios para ayudarle a alcanzar una posición que le permitiese hacer algo de verdad. Firmó cuatro inocuos documentos y en apenas  seis años se encontraba rodeado de comodidades en un inmenso despacho al frente del gobierno de la nación. El pueblo le llamaba salvador y en las iglesias daban gracias por su buen hacer, el paro había descendido a un anecdótico 0.5%.
Su benefactor se presentó ante él con una nueva oferta, un laboratorio de su propiedad estaba a punto de descubrir una cura para la Aquinia, una de las pocas enfermedades que aún no se podía curar, más aún, que se estaba expandiendo rápidamente. Si firmaba ese documento confiriéndole una sustancial cantidad de fondos del estado se comprometía a distribuir la vacuna gratuitamente en todos los colegios y centros cívicos del estado. Lo que no le dijo es la fuerte dependencia que creaba, ni el alto precio al que vendería las siguientes dosis."


La delincuencia y la violencia han alcanzado límites insospechados y la economía se ha hundido. No se sabe qué fue del llamado Salvador, hace meses que desapareció y la calle se ha llenado de hombres y mujeres que no tienen nada, algo que ya no estábamos acostumbrados a ver. Pero aún queda algo de esperanza, anoche me atracaron unos desconocidos y me abandonaron en un callejón dándome por muerto. Desperté en el regazo de un hombre sucio y cubierto de harapos que me estaba dando de beber en una sucia taza de latón. Cuando recuperé del todo la conciencia me ofreció un pedazo de pan y se ofreció a acompañarme a casa para que no me sucediese nada más. Cuando le pregunté por qué hacía todo esto, en vez de haberme dejado tirado e incluso haberme quitado la ropa, que le hubiese mantenido a salvo del frío mejor que sus harapos me contestó:

"Persiguiendo grandes acciones cometí el mayor de los errores,
con actos humildes intento conseguir el mayor de los bienes"


sábado, 9 de febrero de 2013

Mar en reposo

Tras el ataque solo quedamos 10 supervivientes, entre ellos, el capitán y yo mismo. Con el timón destrozado y  a merced del tempestuoso viento nos vimos arrastrados hacia esta perenne oscuridad. Tras dos días sin ver la luz del sol, según cálculos del capitán, Jimmy sucumbió; juró que Charlotte, la alegre moza de turgentes pechos que conoció en el último puerto y de la que no paraba de hablar, le estaba llamando y, sin pensárselo dos veces, se arrojó al mar. Nunca supimos de él.
El día que se acabó la última vela, estalló la primera pelea, dos hermanos, machete en mano, se disputaron un trozo de pan duro entre los gritos de ánimo del resto de la tripulación. Ninguno de ellos sobrevivió y, pese a mis protestas, el temor del capitán ante un posible motín permitió que esa noche los indeseables que habían alentado con sus improperios la reyerta cenasen estofado de carne...
Después de aquel espantoso espectáculo, el estado de la tripulación empeoró rápidamente. Terminaron convertidos en bestias desquiciadas que gruñían, gritaban y se peleaban recorriendo la cubierta, convertida en una jungla, con la mirada perdida.
Los pocos que quedaban con vida, a penas dos o tres, saltaron por la borda entre gritos cuando la niebla impidió ver la luz de las estrellas. En ese momento pudimos poner fin a nuestro confinamiento, el capitán y yo, y abandonar sus aposentos. Sentaba bien volver a respirar el frío viento del mar, aunque nuestra esperanza hubiese desaparecido.
El tiempo pasó despacio, con nuestras voces como única compañía en la absoluta oscuridad y la tranquilidad de un mar en completa calma. A cada momento sentíamos como la niebla reptaba por nuestro cuerpo e intentaba arrebatarnos el calor de la vida. Combatimos con honor y gracias a las reservas de ron conseguimos mantener la temperatura corporal...
Se acabó el agua potable y cuando iba a comunicárselo al capitán solo obtuve silencio por respuesta. No sé que habrá sido de él, solo espero que al final haya encontrado lo que buscaba.
A penas me quedan unas horas y sé que ya no voy a ver ninguna luz, ni mi cuerpo va a sentir calor por última vez, solo me queda poner mi vida en una balanza y ver qué equipaje me llevo al más allá.
He conocido hombres que darían su mano derecha por ayudar a sus congéneres, he visitado parajes hermosos y exóticos y he aprendido cientos de historias y he presenciado maravillas tecnológicas que creía imposibles. He encontrado la dicha en la sonrisa de un desconocido y he compartido el dolor con quien lo ha perdido todo.  Lo he dado todo en el amor y me he llegado a sentir correspondido. Lo he tenido todo y después lo he vuelto a perder. Sí, esta vida ha merecido la pena, solo quiero que sepas, extraño, que marcho en paz y que mi alma reposará por siempre jamás con la tranquilidad que otorga un trabajo bien hecho y una vida plenamente vivida.