domingo, 14 de noviembre de 2010

Hermano del viento

Más allá de las nubes
dormía mi libertad
la encontré cautiva llorando
su amarga soledad.

Soñé que su llanto
acogía mi aliento
tuve un sueño,soñé...
ser parte del cielo.

Viejé con el viento
danzando en la tempestad
le entregué mi alma perdida
buscando su amitad.

Sentí su lamento
descender de lo alto
él me ofrció su hogar
yo, ser su hermano.

No dejaré de soñar
ni perderé su lamento
sólo añoro poder
ser hermano del viento.

Tuve un sueño,soñé...
ser parte del cielo.



-Tierra Santa-
Apocalipsis

domingo, 29 de agosto de 2010

Cuero

Qué luz desprendían sus alegres ojos cuando me la dio. Era frágil y fina, del color de la madera vieja. Una trenza de cuero que ató a mi muñeca. Quizá ella no se diese cuenta, pero es ahora, a altas horas de la noche cuando lo siento con seguridad. Una energía maravillosa, un residuo de su agradable calor... trenzadas entre el cuero han quedado partículas de sus sueños, de sus esperanzas, de sus deseos...
¿Acaso podría existir algo mejor que deseo, sueño y esperanza trenzados? Para muchos una simple pulsera, para mí: amor.

viernes, 9 de abril de 2010

Torla

Triste gris, verde intenso. Inmensos titanes dormidos, son la guardia de honor de la alegre serpiente translúcida que corre y salta entre las rocas, amparando en su ser a las hijas de las nubes, pequeñas, risueñas y brillantes, que se dirigen a su inminente destino. Ante su asalto: liebres, cerbatillos y gnomos se cobijan bajo serios guardianes de corteza negra y gris, áspera, y tiernas manos verdes. Aves e insectos, dirigidos por el silencio y con el cierzo a cargo del viento dulce componen una eterna y maravillosa sinfonía.
Y entre tanto prodigio, una luz inmensa, el centro de mi universo, corre y chapotea en los charcos del pedregoso camino. Cayado en mano, mirada traviesa y sonrisa imperecedera.

miércoles, 13 de enero de 2010

Indicios

Una semana. Una semana desde que dejé aquel tren para sumergirme en esta extraña niebla. Una semana buscando, siguiendo pistas falsas, llegando a callejones sin salida.
"Tienes que ir a ______", me dijeron, "Allí encontrarás lo que buscas".

Ya he visitado el antiguo castillo, con sus oscuras y esbeltas torres y escuchado los misteriosos gemidos que resuenan cada noche en sus mazmorras.
El segundo día deambulé por el antiguo cementerio; entre tumbas hundidas y olvidadas y ángeles de piedra gris, mirada perdida y gesto crispado. Tras ver la procesión de almas en pena seguía como al principio.
Descendí a las alcantarillas y allí pude entrevistar a uno de sus habitantes: Me gustó su extraño acento, hacía énfasis en las erres:
-¿Lleva mucho tiempo aquí abajo?
-Desde que tenemos memorria.
-¿Por qué no sale al exterior?
-Mamá nos dijo que no lo hicierramos, dijo que no comprendían, que nos harrían daño, no debíamos hacerrlo...
-¿Cómo consigue alimentarse sin salir de aquí? ¿Ratas?
Estalla en una risa histérica
-Cuando tenemos hambrre cantamos la canción que mamá nos cantaba cuando llorrabamos. Y mientrras canto siemprre aparrece alguien ante nosotrros, con la rropa hecha jirrones, ofrreciendonos su carrne... ¿Quierre oírr la canción?
-Oh... esto... gracias, creo que eso erra todo...
Casi. Sentí aquella sensación familiar y pensé que ya venía a mí, pero no, falsa alarma.
El jueves tuve una cita con una agente inmoviliaria:
"Como verá, el recibidor, amplio y luminoso, crea en los visitantes la idea de una casa acogedora... Sigamos. Subamos las escaleras... Los dos dormitorios principales, orientados al oeste, ayudan a aprovechar al máximo la poca luz de la tarde. El baño, como podrá comprobar, está compuesto en su totalidad por piezas de porcelana de principio de siglo; el espejo es una pequeña joya. ¡Oh! No toque eso, está afilado. Bajemos al comerdor.
Como puede ver aquí se pueden organizar todo tipo de eventos sociales, desde cenas formales hasta bailes o subastas. Quizá le suene, fue aquí donde ocurrió aquella pequeña tragedia. Sí, sí. La del pirado de la túnica morada y todos aquellos jovencitos mutilados, ¡qué tiempos estos!
Tras esta puerta hay unas escaleras que llevan a una antigua bodega excavada en la roca. La única condición del contrato de alquiler es que no debe abrise esta puerta...
Muchas gracias, ya me dará una contestación.
"
Perdí un día en un antro oscuro que olía a humedad. Donde unos jovencitos de tez pálida sacrificaban a una cabra al ritmo de música electrónica y posteriormente se sumergían en un lujurioso éxtasis. Mientras yo abusaba del jugo de mandrágora y la absenta.
Con una resaca como nunca antes había tenido me acerqué hasta un circo que ví a mi llegada a la ciudad... Lamentablemente llegué demasiado tarde y no pude entrar. Más tarde, en el bar del hotel, vi a un hombre llorar desconsoladamente, junto a una botella de whisky, diciendo que el circo se había llevado a su hija y que jamás la volvería a ver... El camarero le llamaba loco y le decía que dejase de beber, que su hija estaba junto a él. Mientras la joven muchacha sonreía y asentía con mirada ausente.
Y aquí me encuentro, en mi séptimo día..
Esta tarde fui al bosque y pasé horas deambulando entre altos árboles de grises y altos troncos engullidos por oscuras enredaderas. Mi paseo me ha llevado varias veces a cruzar un riachuelillo que discurría entre rocas, musgo y troncos muertos. A cada paso una rama tocaba misteriosamente mi hombro o una raíz aberraba mi pie. Cuando caía al noche y me disponía a volver al hotel me he cruzado con una joven: Llevaba una capa verde y el pelo castaño, casi cobrizo, y ondulado se mecía al viento.Me ha mirado de arriba a abajo y a pasado a mi lado, como un suspiro, dejando un fresco olor a flores silvestres . cuando me he girado no había nadie.

Ya ha pasado una semana y mi inspiración sigue sin aparecer. Mi editor espera otro best-seller terrorífico y yo estoy sin ideas... está todo tan explotado..
Además no puedo sacarme de la cabeza esa mirada intensa, esoso ojos marrones enmarcados en circunferencias concéntricas verdes.. quizá debiera cambiar de género...

Mi editor me va a matar.